sábado, 27 de octubre de 2012

ALCOHOL Y DAÑO CEREBRAL

Investigadores de la Universidad de Heidelberg (Alemania) han comprobado que sólo seis minutos después de haber tomado una cantidad de alcohol equivalente a tres vasos de cerveza o dos de vino, lo que supone una tasa de alcohol en sangre del 0'5 o el 0'6, ya se producen cambios en las células cerebrales. El cerebro reacciona rapidamente al alcohol.

Durante el experimento, la concentración de sustancias tales como la creatina, relacionada con la protección de las células, se reduce a medida que la concentración de alcohol se incrementa. La colina, componente de la membrana celular, también se reduce. Esto indica probablemente que el alcohol induce cambios en la composición de las membranas celulares.

De la misma manera que el efecto del alcohol llega con rapidez también suele desaparecer sin dejar secuelas. El seguimiento del experimento mostró al día siguiente que los cambios en los metabolitos cerebrales después de un consumo moderado de alcohol en personas sanas resultaron completamente reversibles.

Debemos de asumir que la habilidad del cerebro para recuperarse del efecto del alcohol decrece o queda neutralizado a medida que el consumo de alcohol aumenta. Los efectos agudos demostraron en el estudio que podrían posiblemente formar la base de un daño cerebral permanente que se produce en alcohólicos.

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