lunes, 29 de octubre de 2012

EL CEREBRO Y LA COCAÍNA

Las drogas son sustancias químicas que actúan sobre el cerebro penetrando el sistema de comunicación del cerebro e interfiriendo en el modo en que las células nerviosas normalmente envían, reciben y procesan la información.

La cocaína es un alcaloide tropano cristalino que se obtiene a partir de las hojas de la planta de coca. Es un estimulante del sistema nervioso central y es adictiva debido a la forma en que afecta el sistema de recompensa mesolímbico.



Una dosis de entre 25 a 150 mg de cocaína se toma cuando se inhala. En unos pocos segundos a unos pocos minutos después de tomarla, la cocaína puede causar: sensación de euforia, emoción, reducción del hambre y una sensación de fuerza desmedida.

Después de este momento de excitación y alegría, que dura aproximadamente una hora, los consumidores de cocaína pueden entrar en un período de depresión. Esto es lo que hace que los consumidores de cocaína vayan a buscar más cocaína para salir de esta depresión y desemboca en la adicción. La retirada de la cocaína puede causar que el adicto se sienta deprimido, ansioso y paranoico. El adicto puede entonces entrar en un período de agotamiento y dormir por un tiempo muy largo.

Varias dosis de cocaína también puede producir problemas neurológicos y síntomas como: mareo, dolor de cabeza, problemas de movimiento, ansiedad, insomnio, depresión y alucinaciones. 

Composición de una raya de cocaína:

60% Cocaína: Afecta a las zonas profundas del cerebro, como el núcleo accubens, que actúa en la gratificación. Además de que dilata las pupilas y hace que el ritmo cardíaco crezca, así como la presión arterial. 

20% Analgésicos: Son las componentes más habituales en la coca que se encuentra adulterada, ya que, están presentes en 2 de cada 3 rayas. Se emplean como sustituto cuando no se quieren usar azúcares y no llegan a interactuar con la cocaína. 

8% Anestésicos: Impiden en parte la alteración del ritmo cardíaco que produce la coca. Entorpecen las comunicaciones de los impulsos nerviosos, tanto en la creación como en la transmisión. Se encuentran en 1 de cada 4 muestras que se analizan. 

8% Cafeína: Es un alcaloide que estimula el cerebro, igual que la cocaína, ya que, trabaja como una droga psicoactiva. Por ello, potencia los efectos de ella. 

4% Piracetam: Este es el componente más neutro que se suele emplear para cortar la cocaína. Ni contrarresta, ni potencia el impacto de la droga. Lo emplean como alternativa a la glucosa debido a que esta última tiene un sabor empalagoso.



La muerte causada por el exceso de cocaína, una sobredosis, no es infrecuente. La cocaína puede causar grandes aumentos en la presión arterial que pueden dar lugar a sangrado dentro del cerebro. La constricción de los vasos sanguíneos del cerebro puede causar un derrame cerebral. Una sobredosis de cocaína puede causar problemas respiratorios y del corazón que pueden resultar en la muerte.

La cocaína actúa bloqueando la recaptación de los neurotransmisores dopamina, norepinefrina y serotonina en el cerebro. Por lo tanto, estos neurotransmisores se alojan en la hendidura sináptica durante un tiempo más largo. 




1 comentario:

  1. Me parece un tema muy interesante. Este artículo me dado una serie de conocimientos sobre esta droga, que antes desconocía. Gracias y sigue escribiendo así.

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