martes, 30 de octubre de 2012

LOBOTOMÍA

La lobotomía es la ablación total o parcial de los lóbulos frontales del cerebro.


Las primeras tentativas de esta práctica en seres humanos ocurrieron a partir de 1935, cuando el neurólogo Egas Moniz se unió con el cirujano Almeida Lima en la universidad de Lisboa para realizar una serie de leucotomías prefrontales, un procedimiento que separaba la conexión entre la corteza prefrontal y el resto del cerebro.

Este procedimiento comúnmente llamado “lobotomía”, refiere a toda clase de cirugías en los lóbulos frontales del cerebro. Sin embargo, debe llamarse lobotomía a la destrucción de las vías nerviosas sin extirpación y lobectomía cuando sí haya extirpación.


Moniz y Lima afirmaron tener buenos resultados, especialmente en el tratamiento de la depresión, aunque cerca del 6% de los pacientes no sobrevivieron a la operación y con frecuencia se registraban cambios adversos en la personalidad y en el funcionamiento social de los individuos. A pesar de los riesgos el procedimiento se tomó con cierto entusiasmo, especialmente en los EE. UU., como tratamiento para las condiciones mentales previamente incurables. Moniz recibió un premio Nobel en 1949.


WALTER FREEMAN:

Freeman, quien era “mitad medico y mitad showman”, se especializó en lo que él llamaba “lobotomía trasorbital”. Él estaba convencido de que las enfermedades mentales eran causadas por “sobrecarga de emociones” en la corteza prefrontal, por ello ensayó la lobotomía para calmar estas emociones separando, de esta forma, las conexiones entre la corteza prefrontal y el resto del cerebro. Primero clavaba un picahielo a través de la órbita del ojo con un mazo de goma, y luego lo movía enérgicamente alrededor del ojo para destruir el frágil tejido nervioso.Freeman hizo uso indiscriminado de este procedimiento y lo aplicaba al detectar el más mínimo problema emocional en sus pacientes.


Entre 1936 y los años 50, realizó lobotomías en  Estados Unidos. Tal era la dedicación de Freeman que comenzó a viajar en su propia furgoneta personal, que él llamó su “lobotomobile”, demostrando el procedimiento en muchos centros médicos e incluso realizando lobotomías en cuartos del hotel. La abnegación de Freeman condujo al gran renombre para la lobotomía como curación general para todas las enfermedades psicológicas conocidas. En última instancia entre 40.000 y 50.000 pacientes fueron lobotomizados, con poco o sin cualquier estudio de seguimiento para considerar si el tratamiento era eficaz. Las lobotomías como forma de tratar la enfermedad mental eran una aberración, que solo pudo ser frenada con el desarrollo de anti-psicóticos y hoy en día se practican procedimientos lesivos de núcleos cerebrales localizados mediante técnicas menos invasivas. La era de la lobotomía ahora se observa generalmente como episodio bárbaro en historia psiquiátrica. La última lobotomía se practicó en 1967.




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