miércoles, 14 de noviembre de 2012

HIDROCEFALIA


La hidrocefalia es la acumulación de una cantidad excesiva de líquido cefalorraquídeo en el cerebro. Normalmente, este líquido protege y amortigua el cerebro. Sin embargo, cuando hay demasiado ejerce una presión nociva para el cerebro.

La incidencia de Hidrocefalia es de aproximadamente 1 de cada 1.000 personas y aunque ocurre con mayor frecuencia en los niños, también se puede presentar en adultos y ancianos.

Los datos sobre incidencia y prevalencia son difíciles de establecer ya que no hay un registro nacional o base de datos de las personas que tienen Hidrocefalia y los trastornos estrechamente asociados a esta enfermedad; sin embargo, se cree que la Hidrocefalia afecta a uno de cada 500 niños.

En la actualidad, la mayoría de estos casos se diagnostican prenatalmente, en el momento del nacimiento o en los primeros años de la niñez. Los adelantos en la tecnología de imagen diagnóstica y de medición de la presión intraventricular permiten diagnósticos más exactos en las personas que tienen presentaciones atípicas.

Existen dos tipos de hidrocefalia. La hidrocefalia congénita se presenta al nacer. Sus causas incluyen problemas genéticos y problemas que se desarrollan en el feto durante el embarazo. El principal signo de la hidrocefalia congénita es una cabeza con un tamaño fuera de lo normal. La hidrocefalia adquirida puede ocurrir a cualquier edad. Sus causas pueden incluir traumatismos en la cabeza, derrames cerebrales, infecciones, tumores y hemorragia cerebral. Los síntomas de la hidrocefalia adquirida pueden incluir:
  • Dolor de cabeza
  • Vómitos y náusea
  • Vista borrosa
  • Problemas de equilibrio
  • Problemas para controlar la vejiga
  • Problemas con el pensamiento y la memoria

La hidrocefalia puede causar daños permanentes en el cerebro y provocar problemas con el desarrollo físico y mental. Cuando no se trata, suele ser mortal. Con tratamiento, muchas personas llevan una vida normal, con ciertas limitaciones. 

TRATAMIENTO

El objetivo del tratamiento es reducir o prevenir el daño cerebral a través del mejoramiento del flujo del líquido cefalorraquídeo (LCR).

Si es posible, se puede llevar a cabo una cirugía para eliminar la obstrucción.

Si no se puede hacer, se puede colocar una sonda flexible llamada derivación dentro del cerebro para redireccionar el flujo del LCR. La derivación envía LCR a otra parte del cuerpo, como el abdomen, donde puede absorberse.

Otros tratamientos pueden abarcar:

Si hay signos de infección, se administran antibióticos. En caso de infecciones graves, puede ser necesario retirar la derivación.

Un procedimiento llamado ventriculostomía endoscópica del tercer ventrículo (ETV), la cual libera presión sin reemplazar la derivación.

Extirpación o cauterización de las partes del cerebro que producen LCR.

El niño necesitará chequeos regulares para constatar que no haya problemas posteriores. Se hacen exámenes regulares con el fin de verificar el nivel de desarrollo del niño y en busca de cualquier problema intelectual, neurológico o físico.


PRONÓSTICO:

Es difícil de saber, aunque hay alguna correlación entre la causa específica de la Hidrocefalia y el resultado de la condición. De los niños que logran sobrevivir por un año, más del 80% tendrá una expectativa normal de vida y aproximadamente un tercio de ellos presentará una función intelectual normal, aunque las dificultades neurológicas pueden persistir.

El pronóstico es variable también dependiendo de la presencia de trastornos asociados, la oportunidad de hacer un diagnóstico temprano y el éxito del tratamiento. No se sabe bien el grado en el que el drenaje del líquido (disminución de la presión del LCR), después de una cirugía de derivación, puede reducir o invertir el daño del cerebro.

Las personas afectadas y sus familias deben ser conscientes de que la Hidrocefalia presenta riesgos para el desarrollo tanto cognitivo como físico. Sin embargo, las terapias de rehabilitación e intervenciones educativas ayudan a que los niños lleven una vida normal con pocas limitaciones. El tratamiento por parte de un equipo interdisciplinario con profesionales (especialistas en neurocirugía, neurología, rehabilitación y expertos educativos) es vital para un resultado positivo.

El tratamiento de los pacientes con Hidrocefalia salva y mantiene la vida del paciente. Si se deja sin tratar, la Hidrocefalia tiene una tasa de mortalidad del 50 al 60% y los que logran sobrevivir tienen importantes secuelas cognitivas con importante discapacidad intelectual, física y neurológica.

1 comentario:

  1. Hola, ¿existe algún tipo de transplante cerebral o tecnológicos que puedan reemplazar partes dañadas del cerebro?
    Mi hija nació con hidrocefalia, por eso pregunto.
    Gracias.

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